Colapso de la cascada San Rafael
Entre el 2 y el 11 de febrero de 2020, ocurrió el derrumbe natural de la cascada San Rafael, ubicada en el curso del río Coca en Ecuador. La cascada se ubicaba aproximadamente a 19.20 km aguas abajo de la obra de captación y a 48 km aguas arriba de la obra de descarga de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS). La cascada, de 144 m de altura, estaba formada por un flujo de lava petrificada proveniente del volcán Reventador. La pared de lava petrificada actuaba como una presa natural que retenía sedimentos fluviales y material volcanoclástico.
Como consecuencia de su colapso, el desnivel de 144 m quedó totalmente expuesto a la acción constante del torrente de agua. Esta discontinuidad desencadenó un proceso de adaptación hacia un nuevo equilibrio morfológico a lo largo de un tramo de más de 70 km. La búsqueda de un nuevo equilibrio se refleja en la reducción paulatina de la discontinuidad en el perfil del río, y en la nueva pendiente que este asume. Esto implica la erosión regresiva y la migración del frente de erosión en dirección aguas arriba, y la sedimentación del material erosionado aguas abajo del sitio de la antigua cascada. Desde el 2020 hasta la fecha más de 500 millones de toneladas de sedimentos han sido erosionadas por el río, lo cual constituye uno de los pulsos de sedimentos más grandes en la historia moderna.
El proyecto en el río Coca trata sobre las proyecciones del proceso de erosión regresiva en términos de la evolución morfológica del perfil longitudinal hacia su nueva condición de equilibrio. Las proyecciones son la base para la planificación y concepción de medidas y obras de mitigación, que permitirán ralentizar y detener el progreso del frente de erosión hacia la zona de las obras de captación de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS).